martes, 27 de abril de 2010

La Primavera



La primavera es una de las obras maestras del pintor renacentista Italiano Sandro Botticelli. Está realizado al temple sobre tabla. Mide 203 cm de alto y 314 cm de ancho.

Botticelli opta aquí por un formato monumental, con figuras de tamaño natural, y lo compagina con una gran atención al detalle. Esto puede verse en las diversas piezas de orfebrería, representadas minuciosamente, como el casco y la empuñadura de la espada de Mercurio o las cadenas y los broches de las Gracias.

Los historiadores y los críticos no se muestran totalmente de acuerdo sobre el significado del cuadro, ya que nos muestra en un solo plano una serie de escenas que podrían parecer incluso inconexas, pero estarían ligadas por un hilo conductor en consonancia con las claves mitológicas de la escuela florentina. En el centro de la imagen, sirviendo además de eje compositivo nos encontraríamos con Venus, destacada no tan solo por la posición preminente, sino porque en torno a su cabeza, se dibuja una especie de aureola con la vegetación. Aparece representada con los atributos de una mujer casada, simbolizaría la fuerza creadora del orden natural. Sobre ella se encuentra Cupido, que lanza una de sus flechas hacia una de las ninfas que acompañan a Venus. A la derecha del espectador aparece Céfiro, uno de los vientos, que persigue a la ninfa Cloris que, en el momento en que éste la toca empieza a expulsar flores por la boca para transformarse en Flora, diosa de la vegetación y de las flores, que nos mira sonriente a la vez que parece ir esparciendo las flores que conforman su vestido. A la izquierda (del espectador) se representan las Tres Gracias, las servidoras de Venus, muy apreciadas por los neoplatónicos, que les van a atribuir las mismas virtudes que a la diosa. Aparecen realizando una especie de danza, vestidas con telas semitransparentes, correspondiéndose la que está más a la izquierda del cuadro con “Voluptas”, la de la derecha con “Pulchritudo” y la que está de espaldas, hacia la que apunta la flecha de Cupido, con “Castitas”, que precisamente se vuelve hacia el dios Mercurio, pintado a la izquierda de la composición. Mercurio, mensajero de los dioses, sería también el nexo de unión entre la tierra y el cielo.
Mediante este complejo relato se trataría de crear uno de los círculos neoplatónicos del Amor. Éste surge en la tierra mediante la pasión (representada por la actitud de Céfiro) y regresa al cielo como contemplación (la de “Castitas” hacia Mercurio y la de éste hacia el cielo). Esto para un neoplatónico es lo mismo que decir que el amor carnal no es el verdadero (así desaparece al tocarlo, igual que Cloris), sino que debe convertirse para que sea real, en un amor contemplativo, espiritual e idealizado (platónico).
L
a composición participa del fondo arbolado, con un bosque ordenado y vertical para servir de fondo, casi plano y severo, a la danza y al corro. Los personajes se sitúan en un paisaje de naranjos, árboles tradicionalmente relacionados con la familia Médicis. No obstante, hay quien apunta a que son en realidad mandarinas, cuyo nombre clásico, medica mala, aludiría a los Médici. Detrás de Venus hay un mirto, planta tradicionalmente sagrada para ella. Mientras, la parte derecha está hecha de árboles doblados por el viento o por la fuerza creadora, en concreto laureles, lo que sería una alusión al novio, Lorenzo, en latín Laurentius.
En suelo es una capa de hierba muy oscura en la que están detalladas flores típicamente toscanas que aparecen en el mes de mayo. Son también reconocibles las de Flora: en la cabeza lleva violetas, aciano y una ramita de fresas silvestres; en torno a su cuello, una corona de mirto; en el manto lleva rosas; por último, va esparciendo nomeolvides, jacintos, iris, siemprevivas, clavellinas y anémonas

lunes, 26 de abril de 2010

Arte Flamenco


Dentro de la pintura flamenca existen varias escuelas: la italianista y la reaccionaria durante los siglos XV al XVI, y la naturalista o colorista de la Escuela de Amberes del siglo XVII.
Las dos primeras hacen referencia a la pintura de los Países Bajos que surgió dentro del Renacimiento Europeo. Estaban formadas por un conjunto de artistas relativamente aislados de la revolución del Renacimiento y algunos, como la escuela reaccionaria, contrarios a influencias italianizantes.
Aún conservaban rasgos del estilo gótico, técnicos, como el uso de la tabla en lugar del lienzo, y temáticos, sobre todo religiosos y espirituales. Sin embargo, su habilidad detallista e intereses les impulsaron a investigar y a descubrir de forma empírica la perspectiva, a perfeccionar la técnica del retrato al que dotaron de gran profundidad psicológica y a reivindicar el paisaje como tema pictórico.
Su concepción medieval del artista como artesano evitó que muchos de estos pintores fueran conocidos puesto que bastantes no firmaban sus obras hasta bien avanzado el siglo XVI. Tampoco se entregaron demasiado a la reflexión sobre su arte por lo que son escasas las biografías y los tratados sobre sus técnicas, aunque alguno nos ha llegado.
De la pintura flamenca se pueden observar obras maravillosas en España, ya que sus reyes fueron admiradores de su pintura. Destacan por su importancia los depósitos del Museo del Prado, como por ejemplo el retablo del Descendimiento de Van der Weyden.

Características

La pintura flamenca carece de precedentes en gran formato, a excepción de las vidrieras. Pero sí en las miniaturas, sobre las cuales posee una larga tradición de excepcional calidad. Esto determinará algunas características del arte flamenco, como serán el empleo de colores brillantes, que recuerdan a los pigmentos usados para la iluminación de las miniaturas. También el detallismo aplicado a estas pequeñas obras maestras se transmite a la pintura de gran formato. Este rasgo lo permite en gran medida el avance técnico que sobre el óleo que ya existía, pero tenía un proceso de secado tan lento que no lo hacía demasiado útil.
Los pintores flamencos del s. XV no inventaron la técnica al óleo, pero si se encargaron de aplicarla sistemáticamente, contribuyendo a su consolidación y difusión durante el siglo XV y XVI. Utilizaban tintas fluidas y transparentes, aplicadas por medio de veladuras para obtener las luces, para sombrear delicadamente, o para matizar el color del fondo.
Los flamencos usaban una técnica mixta de temple y óleo. Una primera capa, normalmente al temple, se usaba para definir el dibujo y el modelado con sus luces y una ligera indicación del color. La siguiente capa, al óleo, servía para que el artista se dedicase exclusivamente a la representación del efecto cromático.
Conservaron como soporte, sin embargo, la tabla, que había sido el más importante durante la Baja Edad Media, a pesar de que en Venecia ya se estaba empezando a generalizar el uso del lienzo. Esto es indicativo de lo íntimamente unidos que estaban los conceptos de artista y artesano aún en aquella época.


Reivindicación del paisaje

En un cuadro flamenco encontraremos una escena que siempre remite al paisaje, bien sea a través de una ventana, bien porque se desarrolle efectivamente al aire libre. Estos paisajes se realizaban sin apuntes del natural, con lo cual sus elementos estaban completamente estereotipados: la forma de las rocas, aristadas y sin vegetación, las ciudades en la lejanía, torreadas y de colores, los árboles en forma de pluma, con troncos delgados y largos, etc.
Los personajes se distribuían equilibradamente, bien en el centro si era uno sólo, bien simétricamente si eran varios. Las acciones eran muy comedidas y apenas se dejaban lugar al movimiento. Los personajes podían compartir pero jamás robar protagonismo al paisaje.



El retrato

Flandes es, además, una de las primeras regiones en llevar a cabo retratos con penetración psicológica del modelo. El retrato típico flamenco, que será adoptado con éxito en España durante siglos, es el que capta al personaje de menos de medio cuerpo, no frontalmente, sino ligeramente girado sobre sí mismo, sobre fondo neutro de color oscuro, e incluyendo el rostro y las manos con algún símbolo.
El hecho de que el personaje aparezca levemente girado permite involucrarle en el espacio, el cual no se representa mediante trucos de mobiliario o fondo arquitectónico. Tan sólo la presencia de la figura, sobre un fondo perdido, insinúa la existencia del volumen y el espacio que ocupa.
Posteriormente, ya en el siglo XVII, en la escuela de Amberes el retrato flamenco evolucionaría hasta su máximo esplendor en un estilo más naturalista y colorista.



Jan van Eyck

Jan van Eyck (Maaseik, c. 1390 - Brujas, 1441) fue un pintor flamenco que trabajó en Brujas y, junto a Robert Campin, en Tournai. Fue fundador del Ars nova, estilo pictórico del gótico tardío en el siglo XV, que anuncia el Renacimiento Nórdico de Europa. En tal sentido Van Eyck es el más célebre del conjunto de pintores llamado los Primitivos Flamencos.
Van Eyck tiene como antecedentes que le influyen a los hermanos Limbourg —extraordinarios miniaturistas—, al escultor Claus Sluter —la forma de representar los pliegues de las telas que Sluter hace en piedra es prácticamente la misma forma con que van Eyck pinta los pliegues de las telas—, y el poco conocido pero valioso pintor Melchior Broederlam.
Van Eyck es calificado de pintor naturalista. Tal afirmación es bastante cierta, viéndose corroborada en la representación de Eva y Adán, desnudos, en la parte superior del Políptico de Gante, retratados sin idealizaciones y sin demasiadas censuras: Van Eyck les ha pintado casi todos sus pelos. Es de este modo que ha acercado lo religioso a la vida cotidiana en una humilde majestad y belleza.
Su obra más destacada fue:

El Políptico de la Adoración del Cordero Místico, también conocido como Políptico de Gante o el Altar de Gante es un retablo o conjunto de cuadros o tablas pintadas al óleo por los hemanos Hubert y Jan van Eyck, para el altar mayor de la Catedral de San Bavón de la ciudad de Gante.

sábado, 24 de abril de 2010

Nacimiento de Venus



El nacimiento de Venus 1482-1484 es una pintura de Sandro Botticelli (1445 - 1510). Fue representa una de las obras cumbres del maestro italiano. Está ejecutada al temple sobre lienzo y mide 184,5 centímetros de alto por 285,5 cm de ancho. Se conserva en la Galería de los Uffizi, Florencia.

Análisisdel cuadro

Según cuenta la leyenda Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios Urano, cortados por su hijo Crono y luego arrojados al mar. El título de la obra no es, por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican, como Chipre, Pafos o Citerea. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores.

A la izquierda aparecen los primeros dos personajes de la obra. Uno de ellos es Céfiro (Dios del viento del oeste); a su lado está Cloris (que significa pálido). Es la ninfa de la brisa y esposa de Céfiro a quienes los romanos apodaron Flora. También se ha identificado con Aura, diosa de la brisa. Céfiro y Cloris, fuertemente abrazados simbolizan la unión de la materia y el espíritu. A su alrededor caen rosas, flores que según la leyenda después se convertirán en seres.



El centro de la composición está ocupado por la diosa Venus sobre una concha que flota en un mar verdoso. Tiene la actitud de una Venus púdica: una mano sobre el pecho y otra sobre el sexo. Cubre con sus largos y rubios cabellos sus partes íntimas, aunque la larga cabellera, colocada en la entrepierna, acaba recordando al vello púbico, cuya representación estaba prohibida. El cabello es un ornamento eminentemente erótico; Botticelli lo pinta con largos arabescos que rozan la anatomía de la diosa con una delicada caricia. Con su brazo derecho trata delicada y casi inocentemente de taparse sus pechos.
Su postura curvilínea sigue siendo propia del gótico. Ahora bien, el contrapposto, con todo el peso en la pierna izquierda y el pie derecho un poco atrasado y ligeramente levantado, se considera una actitud inspirada en las estatuas antiguas en particular las del helenismo. Se representa, sin embargo, al prototipo de belleza botticelliana semejante a la que aparece en La calumnia de Apeles; se cree que en esta Venus pudo representar a Simonetta Vespucci, glorificada en las Stanze de Poliziano, aunque la cuestión ha de quedar abierta. El rostro recuerda al de las vírgenes de Botticelli: muy joven, de boca cerrada y ojos claros. Su expresión melancólica es impropia de la Antigüedad, asociándose más bien a la expresión de una bondad de raigambre cristiana. La piel de Venus es de color marfil, un blanco con una ligera tonalidad amarillenta y con ocasionales matices rosa. Esta tonalidad no recuerda a la piel, no sugiere carne tibia y flexible, sino la superficie y la firmeza de una estatua.
Desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones: el desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones finas, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, expresando una fascinación hacia la mitología común a muchos artistas del Renacimiento.



Una de las Horas o Ninfas que espera a la diosa en la playa, para cubrirla con un manto rojo con motivos florales. Se cree que se trata, específicamente, de la Primavera, la estación del renacer. Lleva un traje floreado: es blanco y está bordado de acianos. Un cinturón de rosas rodea su cintura y en el cuello luce una elegante guirnalda de mirto, planta sagrada de Venus y símbolo del amor eterno. Entre sus pies florece una anémona azul.
El que la ninfa tape con su manto a la diosa es señal de que los misterios de Venus, como los del conocimiento, se encuentran ocultos.



El paisaje no recibe especial interés por el pintor, lo que es una característica de Botticelli, como él mismo reconoció ante Leonardo da Vinci. Los árboles forman parte de un pequeño bosque de naranjos en flor, esto corresponde al sagrado jardín de las Hespérides en la mitología griega. No obstante, los naranjos, lo mismo que el laurel, también presente, pueden entenderse como alusiones a la familia Médicis. Destacan los ropajes, caracterizados por tener una gran marcación de pliegues. Esta composición es de estructura más rigurosa, llena de líneas y de movimientos armónicos.

Se trata de una pintura de extraordinaria calidad por la representación microscópica de los detalles, las proporciones de los personajes concretos y por sus relaciones mutuas.

La Gioconda


El cuadro La Gioconda, conocido también como La Mona Lisa, La Monna Lisa, La Joconde en francés o Madonna Elisa, es una obra pictórica de Leonardo da Vinci. Desde el siglo XVI es propiedad del Estado Francés, y se exhibe en el Museo del Louvre de París.
Su nombre oficial es Gioconda (que, traducido del italiano al castellano es alegre), en honor a la tesis más aceptada acerca de la identidad de la modelo, apoyada en el hecho de que era esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo y que su nombre era Lisa Gherardini.
Además, se han usado herramientas tecnológicas para la investigación de enigmas que rodean la obra. Por medio de estudios históricos se ha determinado que la modelo podría ser una vecina de Leonardo, que podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber estado embarazada. Pese a todas las suposiciones, las respuestas en firme a los varios interrogantes en torno a la obra de arte resultan francamente insuficientes.


Descripción de la Obra

En este retrato, la dama está sentada en un sillón, y posa sus brazos en los apoyos del asiento. En sus manos y sus ojos puede verse un claro ejemplo característico del esfumado, y también puede destacarse el juego que hace con la luz y la sombra para dar sensación de volumen.
Aparece sentada en una galería,viéndose en el borde izquierdo del cuadro la base de una de las columnillas.
La galería se abre a un paisaje inspirado en las vistas que Leonardo pudo alcanzar a divisar en los Alpes, cuando hizo su viaje a Milán. El paisaje posee una atmósfera húmeda y acuosa que parece rodear a la modelo. Se ha intentado localizar el aparente recodo del Arno o una porción del Lago de Como, sin haber llegado a conclusiones definitivas. Muchas veces se ha tratado de compaginar uno y otro lado del paisaje tras la modelo, pero la discordancia entre ambos lados no permite que se diseñe un modelo continuado de la imagen. Debe tenerse en cuenta que el lado izquierdo parece estar más alto que el derecho, entrando en contraste con la física, puesto que el agua no puede encontrarse estática a desnivel en el terreno.
Por otro lado, en medio del paisaje aparece un puente, elemento de civilización, que podría estar señalando la importancia de la ingeniería y la arquitectura.





La modelo carece de cejas y pestañas, posiblemente por una restauración demasiado agresiva en siglos pasados, en la cual, se habrían barrido las veladuras o leves trazos con que se pintaron. Vasari, en efecto, sí habla de cejas: «En las cejas se apreciaba el modo en que los pelos surgen de la carne, más o menos abundantes y, girados según los poros de la carne, no podían ser más reales». Según otros expertos, Leonardo nunca le pintó cejas ni pestañas para dejar su expresión más ambigua o porque, realmente, nunca llegó a terminar la obra.





El personaje dirige la mirada ligeramente a la izquierda y muestra una sonrisa considerada enigmática.
Sobre la cabeza lleva un velo, signo de castidad y atributo frecuente en los retratos de esposas.
El brazo izquierdo descansa sobre una butaca. La mano derecha se posa encima de este brazo. Esta postura transmite la impresión de serenidad y de que el personaje retratado domina sus sentimientos.
La técnica de Leonardo da Vinci se aprecia con más facilidad gracias a la "inmersión" de la modelo en la atmósfera y el paisaje que la rodean, potenciada además por el avance en la "perspectiva atmosférica" del fondo, que sería logro final del Barroco, y en la que los colores tienden al azulado y la transparencia, aumentando la sensación de profundidad.


Enigmas

- La Sonrisa

En el siglo XVI Leonardo da Vinci pintó la Mona Lisa dando el efecto de que la sonrisa desaparezca al mirarla directamente y sólo reaparezca cuando la vista se fija en otras partes del cuadro. El juego de sombras potencia la sensación de desconcierto que produce la sonrisa. No se sabe si parece sonreír o si es una sonrisa llena de amargura.

- Supuesto embarazo y condición física

Las manos sobre el vientre han hecho pensar a varios investigadores que la modelo se encontraba embarazada en el momento de posar. Para esclarecer esta teoría, un grupo de investigadores utilizaron un escáner de infrarrojos en tres dimensiones, cuyos resultados fueron publicados el 26 de septiembre de 2006 por el Consejo de Investigaciones de Canadá.
El uso de dicha técnica permite una resolución 10 veces más fina que el cabello humano; las pesquisas permitieron a los investigadores apreciar detalles hasta ahora desconocidos. Consideran que el velo de gasa fina y transparente, enganchado al cuello de la blusa, era una prenda que solían llevar las mujeres embarazadas. Por otro lado, el estudio consideró que el peso de la modelo era de 63 kilos y su estatura 1,68 metros así como que llevaba un moño en el pelo cubierto por un bonete detrás de la cabeza, que el cuadro fue colocado en el cuarto de baño del rey Francisco I y que no aparece ningún mensaje secreto en ninguna de las capas de la pintura, como se contaba en la novela El Código Da Vinci.

domingo, 18 de abril de 2010

Pintura Románica Vs. Pintura Gótica

Después de haber visto las características de la Pintura Gótica, pasaremos a definir y comparar estas pinturas con las de la era Románica para tener una idea más clara de sus diferencias.


Imagen #1


Podemos observar claramente que la primera diferencia se encuentra en los gestos de los personajes. Mientras que en la pintura Románica apreciamos el mismo gesto de inercia para la virgen y el niño, en la pintura gótica vemos que la virgen tiene un gesto distinto al del niño. Podemos intuir que es un gesto de cuidado o atención hacia su hijo que esta a punto de lactar, mientras que el gesto del niño podría hacernos ver cierta curiosidad o pasividad.


Imagen #2


En las siguientes imágenes podemos distinguir las caídas de los trajes para los2 tipos de pintura. Mientras en el Románico nos damos cuenta que sus caídas están sumamente estáticas, esto quiere decir que no asimilan ningún movimiento, sin embargo, en la pintura Gótica observamos caídas de acuerdo a la posición de la virgen que si bien es cierto, está sentada, tiene varias caídas y dobleces dándole una mayor naturalidad y realismo.


Imagen #3


Como podemos ver aquí, la diferencia entre estas 2 imágenes es muy marcada debido a los gestos de los personajes y la línea que siguen, ya que viendo la pintura correspondiente al arte románico podemos observar que representa un momento en particular pero sin llegar a ser una escena tan representativa, ya que si nos damos cuenta, mucho tiene que ver los gestos de todos los personajes involucrados debido a que es el mismo. Además el espacio dondese encuentran es completamente inexsitente e irreal que no tiene un fondo marcado a pesar de esa puerta. Todo lo contrario ocurre en la pintura gótica, porque cada personaje tiene su propia expresión y esto le da otro sentido a la escena, se ven como todos están haciendo cosas distintas. Además podmeos fijarnos que el espacio donde se encuentran es la ciudad de sesa época rodeados de arquitectura gótica.


Imagen #4


Finalmente en estas 2 imágenes podemos fijarnos que la gama de colores que se ultiliza para la pintura gótica es mayor de la que se utiliza para la Románica. Se nota más iluminación y un mayor uso del color amarillo y el azul.

Características de la Pintura Gótica

La pintura gótica es una de las expresiones del arte gótico y no apareció hasta alrededor del año 1200, es decir, casi 50 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura gótica.
El impulso decisivo de esta pintura realista cristiana se produjo en la Italia septentrional de finales de siglo. Diseminándose por el resto de Europa, el periodo gótico se extendió durante más de doscientos años.

Fue representada por 2 escuelas: La Florentina y la de Siena.

El más alto exponente de la 1era es Giotto di Bondone, aqrquitecto y pintor de gran individualidad. El centro de su arte es el hombre en su escencia, en su tangibilidad y en su potencia cuando está en paz con dios.

El principal exponente de la escuela de Siena es Duccio Buoninsegna. Este señala el poso entre las civilizaciones bizantina y gótica.

Las características de la Pintura Gótica son las siguientes:

- Un naturalismo cada vez mayor. Esto quiere decir que en la pintura gótica observamos más realismo en los personajes que la componen, por ejemplo podemos observar muestras de sentimientos o estados de ánimo y también un mayor realismo en las vestimentas.


En esta imagen podemos observar claramente la expresión de dolor y tristeza en este ángel además de las ondas que se forman en su vestimenta acorde a su movimiento.


- Otras de las características es que en este tipo de pintura, las imágenes no son estáticas, esto quiere decir que los personajes involucrados forman una escena y cumplen su propio rol, tienen su propio movimiento.


Acá podemos ver, como cada personaje se distingue de los demás por sus gesto y acciones, podemos apreciar también como la pintura en sí cuenta un hecho o un momento en especial.


- Una de las características más resaltante es el espacio donde los personajes se encuentran, ya que ahora el fondo para las pinturas será la cuidad des esa época con arquitecturas góticas o sino un paisaje abierto.


Podemos observar en esta pintura que el ambiente o el espacio en el que se encuentran es la ciudad que tiene arquitectura gótica.


En esta otra imagen podemos apreciar como el ambiente es completamente distinto. Esta ves se trata de un paisaje alejado de la ciudad.


- Por último, también podemos ver como hay una iluminación más definida y el uso de colores como el amarillo que ayuda bastante en ese aspecto y el uso del color azul.


Apreciamos claramente como el color amarillo se impone antes los demás colores. Esto le da un toque de iluminación que antes no se había visto.

lunes, 12 de abril de 2010

Escuela de Florencia



Giotto di Bondone y los pintores de la escuela florentina, durante los primeros años del Trecento, al superar la maniera greca lograron un avance decisivo en el desarrollo de un nuevo lenguaje pictórico. La ciudad de Florencia, junto con la ciudad de Roma habían sido los reductos más persistentes de la tradición clásica durante la etapa de la Pintura del Doecento, caracterizada por sus acentos bizantinos que dominaba el arte de la pintura en la Italia del Duocento. La Arquitectura gótica nunca llegó a echar raíces en Italia, donde los franciscanos y los dominicos impulsaron la forma de construir de las iglesias del Císter, caracterizadas por la nave como recinto o lugar principal de la iglesia, por el cambio en las proporciones a favor de la anchura o por la restitución de los muros que se impuso en las iglesias toscanas de Santa Maria la Novella (1278) de Florencia o de Santa Maria sopra Minerva de Roma y en las Iglesias Superior e Inferior de Asís, culminando en la iglesia de la Santa Croce (1294) de Florencia, donde el arquitecto Arnolfo di Cambio volvió al techo artesonado basilical, abandonando la bóveda gótica en una tendencia de la arquitectura que preludia el Renacimiento.

Para sus contemporáneos, la impresión que les causó la fidelidad a la naturaleza de la obra de Giotto fue irresistible; contraponen el nuevo estilo de Giotto con la artificiosidad y rigidez del arte bizantino ya que, a pesar de las innovaciones de los artistas del Doecento, la maniera greca” constituye, al final del siglo XIII, el estilo de la pintura más extendido en Italia.

Giotto di Bondone(Colle di Vespignano, 1266 - Florencia, 8 de enero de 1337)

Fue un notable pintor, escultor y arquitecto italiano del Trecento. Se lo considera el primer artista de los muchos que contribuyeron a la creación del Renacimiento italiano y uno de los primeros en sacudirse las limitaciones del arte y los conceptos medievales. Si bien se limitó fundamentalmente a pintar temas religiosos, fue capaz de dotarlos de una apariencia terrenal, llena de sangre y fuerza vital. Una de sus obras más reconocidas es "Escenas de la vida de San Francisco, en Asís: La expulsión de los diablos de Arezzo".



Escuela de Siena


Siena fue ciudad rival política de Florencia durante gran parte de la Edad Media. También tuvo una actividad artística más relevante que Florencia (aunque sólo hasta el XV).

Las principales características de la pintura gótica de la Escuela de Siena son:

•Vida artística muy corta.
•Pintura de carácter más lírico que la de Giotto y la Escuela de Florencia, que es más fuerte de expresión.
•Tendencia a los iconos.
•Cierta influencia de los libros iluminados.
•Formas: en vez del dibujo racional y geométrico hay una línea de caligrafía ligera.
•Importancia del color azul que se hace con polvo de lapislázuli.

Los pintores más importantes de la Escuela de Siena fueron: Duccio di Buoninsegna y Simone Martini.

Duccio di Buoninsegna (c. 1255/1260, Siena - c. 1318/1319, Siena)

Fue probablemente el artista más influyente de Siena, Italia, de su tiempo. Se le considera como uno de los más influyentes en la formación del estilo gótico internacional. Inspirador de Simone Martini y los hermanos Ambrogio y Pietro Lorenzetti, entre otros.

Sus trabajos incluyen la Madonna Rucellai (1285) en Santa Maria Novella (ahora en los Uffizi, Florencia), y la Maestà (1308-11) para la catedral de Siena, considerada como su obra maestra. Originalmente se llevaba en procesión por las calles de la ciudad. Significó un importante paso adelante en el estilo pictórico y en la narración de historias a través de arte visual.

La Maestá (1308-11)


Simone Martini (Siena, Italia h. 1284 - Aviñón, Francia h. 1344)

fue uno de los grandes pintores del Trecento en Italia. Fue una figura principal en el desarrollo de la primitiva pintura italiana e influyó fuertemente en el desarrollo del estilo gótico internacional. Se enmarca en la escuela sienesa, a la que pertenecieron también los grandes pintores Duccio di Buoninsegna, Lippo Memmi y los hermanos Lorenzetti. Fue el más reputado maestro entre los pintores del Trecento en el dominio del color. Elementos esenciales de su estética son su gusto por la línea y la caligrafía admirable de los miniaturistas de la Escuela de miniaturistas de París.

La pintura fue el arte favorito de la ciudad de Siena, cuya escuela de pintores rivalizaba con la de Florencia. Durante los primeros años del siglo XIV, mediante una manera de pintar inspirada en los modelos y la técnica de la maniera greca, diferenciada, por tanto, de Giotto y la escuela florentina, los pintores de Siena lograron formular también el tema del espacio pictórico. El estilo de la escuela sienesa y de Simone Martini se manifestó en el amaneramiento y la estilización de las figuras así como en el uso de los fondos ornamentales dorados y de una gama de color subjetiva que proporcionan una notable expresividad lírica a las composiciones.


Maestà del Ayuntamiento de Siena (1315)

Podemos darnos cuenta que las principales características de sus obras son:
•Riqueza del color.
•Aristocratismo.
•Lujo
•Belleza de las vestimentas.
•Cuidado del dibujo, de la línea.

lunes, 5 de abril de 2010

Arte Gótico

La semana pasada estuvimos hablando del Arte Románico; Esta semana, nuestro tema será acerca del movimiento que de alguna manera vino después de éste: El Arte Gótico.
Este estilo se desarrolló en la parte occidental de Europa, desde mediados del siglo XII hasta fines del siglo XV y entrando al siglo XVI.

Alguno de los elementos básicos de este estilo son por ejemplo el arco apuntado u ojival. Esto nos permite darnos cuenta de una de las muchas diferencias que repasaremos más adelante entre el Arte Románico y el Gótico. Una de las ventajas del arco puntiagudo era que daba más estabilidad a las fachadas.



Otro elemento es la bóveda de crucería, que fue creado para crear espacios cubiertos entre muros, pilares u otros soportes. También fue la única alternativa para las cubiertas en este periodo.






También podemos reconocer que los contrafuertes, en este caso, son exteriores al cuerpo central de la edificación, para reforzar un muro y contrarrestar los empujes laterales de un arco o una bóveda.








De esta forma, podemos determinar cual fue la identidad del arte Gótico pero comparándolo con el arte Románico podemos ver que hay muchas diferencias pero que a la ves tienen mucho en común.
Por ejemplo, los 2 estilos se caracterizan por hacer obras para el futuro, esto quiere decir que sus edificaciones tendrán una gran resistencia. Además, la planta de la iglesia sigue con la cruz latina con cabecera en ábside y podemos notar la inspiración religiosa en el arte.





Pero a la ves tienen notorias diferencias como por ejemplo, en el arte románico las iglesias eran pequeñas, rurales y oscuras, en cambio en el arte gótico son prodigiosas catedrales llenas de luz. Además, la arquitectura románica se desarrolla principalmente en iglesias y monasterios pero para el gótico la arquitectura no sólo será religiosa sino que también será civil ( Palacios, Ayuntamientos, Hospitales, Universidades, etc.) y militar (Castillos y Murallas).





Por último, en el periodo románico, las artes menores están suboridinadas a la arquitectura, escultura y pintura, sin embargo, en el estilo gótico, se independedizan a las otras artes plásticas.


Como podemos ver, el arte Gótico por más que cuente con diversas semejanzas con el Románico, nos demuestra que fue un movimiento totalmente distinto a cualquiera, asombrándonos con sus inmensas edificaciones y nuevos estilos.